Dirty Clothes. Casi un año y medio después de grabar Uh la lá, este fin de semana vamos a volver a ponernos detrás de la cámara. Estamos muy contentos e ilusionados, pero la sensación es extraña. No somos del todo conscientes de que el momento ha llegado ya, después del largo recorrido que hemos atravesado. Estos meses atrás ha habido momentos de auténtica euforia, pero también de agotamiento, de querer tirar la toalla, de no cuadrar las cuentas y de pensar que todo se venía abajo. Y es que la preproducción de esta nueva historia ha sido la más larga y trabajada de todos los cortos que hemos puesto en marcha hasta ahora, el corto con el que hemos dado el coñazo a más personas –que siempre nos han mostrado su absoluta ayuda desinteresada- y también el proyecto con el que se van nuestros último ahorros. Pero ha merecido muchísimo la pena. Ha merecido la pena por todo lo que hemos aprendido y, especialmente, porque nos hemos rodeado de un equipo absolutamente excepcional al que reuniremos por primera vez al completo este fin de semana.
Este fin de semana vestiremos pantalones campanas, bailaremos a ritmo de Boney M y conviviremos con una familia un tanto peculiar. Qué bien. Qué ganas de empezar ya y poner imágenes a la historia que ha rondado este último año nuestras cabezas. Pero mientras, hasta que llegue el sábado, hay que seguir ultimando cosas, que son tantas las cuestiones a tener en cuenta que esperemos no dejarnos ninguna en el tintero.
Ya no queda nada para que nuestra “peculiar” Pleimobil cobre vida.
