martes, 27 de septiembre de 2011

FAYE, LA ALOCADA CAMARERA


Isaí Escalada. No es la primera vez y espero que no sea la última, pero me ha vuelto a pasar. Me he vuelto a enamorar de un personaje. Esta vez ha sido Faye, la alocada camarera del bar Midnight Express, quien ha conquistado mi corazón. Sabía que así sería desde que la vi bailando California Dreaming entre las cazuelas del restaurante de comida rápida.

Pero Faye no me corresponde. Ella persigue un amor secreto, el agente 663, a quien recientemente dejó su novia azafata de vuelos. Por eso Faye se cuela en casa del agente cada mañana ataviada con unos grandes guantes de color rosa intentando eliminar todo rastro del antiguo amor. Esconde el uniforme de la azafata, cambia unos peluches por otros y busca con una lupa pelos alrededor de la cama. Siempre al son de su melodía preferida.

Más de uno se habrá quedado prendado de ella. Quien quiera conocerla la podrá encontrar en la película Chungking Express, de Wong Kar Wai.

domingo, 25 de septiembre de 2011

EL CINE EN EL PAÍS DE LA PANDERETA



Carlos G. Velasco. Desalentadoras son las palabras de Tinieblas González acerca del funcionamiento del cine español.
Secuestros de películas.
Estrenos de tapadillo.
Directores dóciles que no dirigen sino realizan.
Productores que prefieren que su película tenga la menor repercusión económica posible para no dar cuentas con Hacienda.
Administraciones Públicas que se limitan a cortar y pegar teletipos.

Emigremos a Hollywood.

jueves, 22 de septiembre de 2011

UN FUTURO SIN DESCENDENCIA


Isaí Escalada. Enciendo la televisión, leo los periódicos y escucho la radio. En todas partes las mismas noticias desalentadoras, da igual del partido que sea, que hacen que me invadan unas ganas tremendas de salir corriendo sin mirar atrás y sin parar para coger aliento. ¿Hacia dónde? No lo sé.

Después pienso y reflexiono. Qué más da. Dentro de lo que cabe soy un privilegiado. Si todo va mal, si todo se va irremediablemente al carajo, siempre puedo volver a casa donde nunca me faltará un plato que comer en la mesa, como me recuerda todos los días mi madre. Tampoco voy a tener descendencia, ni siquiera voy a adoptar a un tullido cachorro de la perrera. Qué más da. No tengo dinero casi para mantenerme a mí mismo, como para echarme encima nuevos gastos y preocupaciones.

Así las cosas, no tengo que preocuparme por las nuevas generaciones, por el futuro que les espera, por el futuro que nos espera. Lo repito varias veces, pero lo cierto es que no lo interiorizo. Realmente sí que me importa, sí que me jode. Y entonces dejo de encender la tele, de leer los periódicos y de escuchar la radio.

P.D. Que conste que es solo una reflexión de jueves tarde. Tiendo a ser optimista y estoy seguro de que en el futuro pueden haber cambios y a mejor.

lunes, 19 de septiembre de 2011

NI UNA PIZCA DE SENSIBILIDAD



Carlos G. Velasco. El amor como una mera transacción económica.
Una puesta en escena antinatural.
Unos personajes fríos, cínicos y (auto)destructivos con los que al espectador le es imposible identificarse.
Ni un ápice de humanidad.

Algunas de sus perlas:

"Debo tener derecho a realizarme de acuerdo con mis enfermedades y mi desesperación"

"Cada cual debe decidir si es mejor llevar una vida breve pero intensa o larga y rutinaria"

"Siempre es mejor disfrutar del dolor que solamente padecerlo"

Fassbinder supo crear un cine directo a las entrañas.
Y a los sentidos.
Bueno al tacto no.
Ni una pizca de sensibilidad.

Un maestro en lo suyo.

P.D. Muy recomendable el blog de Rafa Morata para aquellos que os quedasteis con ganas de más.

jueves, 15 de septiembre de 2011

ENCARNI. IN MEMORIAM


Isaí Escalada. Desde el primer día que llegó al piso, hará dos navidades, supo ganarse toda nuestra atención. Enseguida nos acostumbramos a su presencia y a sus exigentes cuidados, preocupándonos en todo momento porque tuviera agua que absorber y sacándola todos los días a la ventana para que le diese el sol y se pusiera grande y hermosa.

Hubo un tiempo que así fue. Hubo un tiempo en la que tuvo buen aspecto y en el que sus bocas se multiplicaban y expandían alrededor de la maceta, siempre acechantes a pequeños insectos que poder saborear. Era reconfortante llegar a casa de la calle y comprobar si alguna de esas pequeñas bocas había cazado alguna nueva presa, pudriéndose posteriormente para nutrir y alimentar al resto. Se había convertido en un pasatiempo más, como otro cualquiera, así como pronto Encarni, la planta carnívora, se convirtió en una más de la familia, al igual que el pez Ramiro, que falleció poco después de saborear las mieles del éxito.

Ahora Encarni ha seguido sus pasos y se ha marchitado, sin haber modo alguno de que vuelva a recuperar su estado de lozanía y frondosidad. Sentimos un hondo pesar. Toca pensar si la sustituimos por unas semillas de perejil u otras de hierbabuena.

domingo, 11 de septiembre de 2011

UN VISTAZO AL CAMINO


Carlos G. Velasco. Si digo que volver a la rutina después de unos días de vacaciones es, cuanto menos, desconcertante, no creo que esté revelando nada nuevo.

¿Otra vez más de lo mismo?

Es necesario un tiempo de parón, de desconexión (no por el descanso físico, que se da por sobreentendido) sino porque es vital parar en un momento del camino y ver lo recorrido.

Lo recorrido y lo que hay por delante.

Y las vistas que hay a los lados.

Si es que las hay.

¿Estamos donde queremos estar?